Me encantan las manzanas y sobre todo la tarta de manzana, pero no quería poner una receta tradicional de tarta de manzana, así que me decidí por esta receta francesa de "Tatín" que es una receta con historia.
Recibe el nombre del apellido de las hermanas francesas Tatín, cuentan mil historias sobre el origen de la tarta, desde un error en la elaboración y colocación por despiste de los ingredientes al revés, hasta un bien calculado orden de los ingredientes en forma invertida.
Sea cual sea el origen, lo cierto es que el resultado es espectacular con los pocos ingredientes, la sencillez. Me ha encantado tanto leer la historia de estas hermanas como cocinar y degustar esta tarta invertida, por no decir el olor que deja en la cocina a manzanas al horno, caramelo y canela....
Os dejo al final del post un poco de la historia que he cogido del blog de Apicius, un blog con recetas con historias e historias de la gastronomía.
Ingredientes:
- Manzanas (yo he usado unas maravillosas, como de cuento de donde compro las frutas y verduras, en la cooperativa de un pueblo cercano al mío llamado Los Palacios)
- Margarina aproximadamente 50 gr (si no teneis alergia a los lácteos podeis usar mantequilla)
- Azúcar aproximadamente 90 gr
- Hojaldre envasado. En Mercadona hay uno que no tiene ningún ingrediente de origen animal, ni huevos, ni leche, ni mantequilla. 100 % grasas vegetales y además no lleva grasas hidrogenadas.
Para decorar yo utilicé azúcar glass y unos palitos de canela. Tambien puede mezclarse el azúcar glass con canela molida.
Elaboración:
- Poner en un cazo amplio el azúcar a derretir, añadir la margarina e ir moviendo hasta conseguir un color dorado claro.
- Añadir las manzanas cortadas a gajos y remover hasta que las manzanas estén blanditas sin deshacerse.
- Precalentar el horno a 180º.
- En un molde, (yo he usado uno de los que me echaron los Reyes Magos que este año han sido muy culinarios) poner las manzanas intentando que no queden huecos entre ellas y añadir parte del caramelo, para mi gusto si se echa todo queda excesivamente caramelizada.
Utilizar un plato para darle la vuelta.
Esta tarta está exquisita templada y acompañada de helado, yo le he puesto azúcar glass y canela, con un buen café..... las fotos hablan solas!!!
Origen de la tarta Tatín:
En la zona de La Solgne y en la localidad de Lamotte-Beuvron, Napoleon III compró el castillo de St. Maurice en 1851.Como es bien sabido estos personajes arrastran a su alrededor a las clases sociales de posición acomodada alta y se convirtió tambien en el lugar de cita de los parisinos que venían a participar en eventos de cacería.
Jean Tatin, tuvo una buena visión comercial y acondiciono su establecimiento denominado Hotel Tatin et Terminus para los nuevos clientes que esperaba tener.
El Sr. Tatin murió en 1888 y es entonces cuando sus dos hijas Stepahny (1838-1917) y Caroline (1847-1911) se hicieron cargo del establecimiento, aunque es de suponer que ya trabajan en el mismo dado mque las edades cuando murió su padre era 50 y 41 años respectivamente.
Stephany se ocupaba de la cocina y fue Cordon Bleu y Caroline era la relaciones públicas y recibía al personal que recalaba en el establecimiento.
Se la llego a denominar “La pequeña Princesa de Sologne”.
Jean Tatin, tuvo una buena visión comercial y acondiciono su establecimiento denominado Hotel Tatin et Terminus para los nuevos clientes que esperaba tener.
El Sr. Tatin murió en 1888 y es entonces cuando sus dos hijas Stepahny (1838-1917) y Caroline (1847-1911) se hicieron cargo del establecimiento, aunque es de suponer que ya trabajan en el mismo dado mque las edades cuando murió su padre era 50 y 41 años respectivamente.
Stephany se ocupaba de la cocina y fue Cordon Bleu y Caroline era la relaciones públicas y recibía al personal que recalaba en el establecimiento.
Se la llego a denominar “La pequeña Princesa de Sologne”.
Las tartas invertidas, se crearon antes de que los hornos fueran indispensables en la cocina y el pastel se cocía en una cazuela sobre el fuego, con su tapa, por eso, la capa de masa se cocía arriba de las frutas y no debajo, para que quedara crujiente mientras el azúcar se caramelizaba en el fondo. A la tapa se le ponían unas ascuas encima para cocer la parte alta del postre.
Es probable que en la cocina del Hotel Tatin no hubiese horno en la cocina, al menos en los años de la niñez/juventud de las hijas del Sr. Tatin y estuvieran familiarizadas con los preparados invertidos de la zona.
Es probable que en la cocina del Hotel Tatin no hubiese horno en la cocina, al menos en los años de la niñez/juventud de las hijas del Sr. Tatin y estuvieran familiarizadas con los preparados invertidos de la zona.