Probé esta receta en un restaurante magnífico que hay donde vivo actualmente y busqué la receta un día que tenia unas pechugas de pollo que no sabía como cocinar. Viendo varias recetas y como no sabía muy bien como hacerla, yo la he hecho a mi estilo. No le he puesto huevos como en la receta original ni almendras y he simplificado un poco el proceso de elaboración.
A la "Pastela de pollo marroquí" también se la llama "Bastila" y el aroma que deja en la cocina mientras se cocina nos transporta a lugares exóticos y si se acompaña de una copa de vino..... la experiencia es maravillosa, así que lo que parecía simplemente "voy a aprovechar unas pechugas de pollo" pasó a ser todo un placer desde la elaboración hasta que duraron un suspiro en el plato.
Ingredientes:
- Pechugas de pollo
- Pasta filo
- 2 vasos de caldo de pollo
- Mezcla de especies: Cilantro, canela, cúrcuma, perejil, hebras de azafrán, nuez moscada y jengibre
- Para adornar semillas de sésamo, amapola y chía
- Azúcar
- Cebolla picadita
- Mantequilla para pincelar las hojas de pasta filo
Elaboración:
- Ponemos en una cazuela con un poco de aceite a regohar el pollo con la cebolla picadita y todas las especies menos la canela y el caldo de pollo.
- Añadimos el caldo de pollo y dejamos reducir.
- Desmenuzamos una vez enfriado y volvemos a poner al fuego con la canela.
- Cortamos las hojas de pasta filo en tiras y ponemos un poco de mantequilla pincelada alrededor para que quede bien cerrado cada triángulo.
- Antes de hornear ponemos un poco de semillas de sésamo, semillas de amapola o semillas de chía. Ponemos en el horno precalentado a 180º unos 15-20 minutos hasta que esté horneada la pasta.
A disfrutarlas!!!!
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